Actualmente se
vive inmersos en un clima de cambios; cambios que emergen de la influencia
constante y avasallante de la tecnología y de un mundo globalizado, influencia
que se visualiza en todos los ámbitos existentes, pero el primordial es el
ámbito de las empresas. Las cuales se ven obligadas a renovarse constantemente
para mantenerse en el mercado y no desaparecer. Como refiere Ricardo Casado en
un mundo tecnológico cambiante cada instante obliga a estar al día en el
acontecer mundial en relación con las noticias científicas y tecnológicas
generadas cada segundo y que puedan mejorar los procesos dentro de las
empresas, redundando esto en una mayor efectividad y competitividad,
garantizando así su supervivencia en el mercado.
Bien es cierto que
día a día se está en un continuo aprender de lo que se conoce y los que se
desconoce, es por ello, que las empresas se han visto en la necesidad absoluta
de incluir en su vocabulario un término que aparece a mediados de los años
ochenta: “la Gerencia Educativa”. Las empresas se percatan que existe una mejor
forma de logar los resultados que buscan, comenzando así a promover la búsqueda
de personas idóneas (gerentes) que sean garantes de una gerencia de calidad. Es
oportuno definir este término tan revolucionario, citando a algunos autores
para contrastar sus visiones.
Según Peter Ducker establece este concepto “la gerencia es el órgano especifico y distintivo de toda organización”, sirve como punto de partida para que cada cual establezca oportunamente los cambios necesarios a fin de que el funcionamiento de la organización sea adecuado a las exigencias de la realidad y en concordancia con los principios de la gerencia moderna.
En el mismo orden de ideas Smith (1995), define la gerencia como “es el cargo que ocupa el director general o gerente de la empresa, quien cumple con distintas funciones: coordinar los recursos internos, representar a la compañía frente a terceros y controlar las metas y objetivos”. Se entiende entonces a la gerencia como el proceso por el cual una figura central enfoca sus conocimientos, destrezas, habilidades y aptitudes para lograr el desempeño optimo de una organización, tomando en cuenta lo que está en su entorno: capital humano, recursos materiales, fortalezas y amenazas, entre otras, teniendo como visión lograr una gerencia eficaz y de calidad.
Es importante
destacar que Otoniel Alvarado Oyarce propuso ampliar su concepto de gerencia al
campo educativo, enfoque que da apertura a conocer lo que se denomina como
gerencia educativa. Él afirma que el gerente educativo conduce las entidades
educativas. Se vale de las funciones de planificación, organización, dirección
y control. Todo gerente para conducir sus entidades debe tener claro sus
objetivos.
Por lo tanto, la
Gerencia Educativa se orienta hacia búsquedas y mantenimiento de la excelencia
y la calidad en sus diferentes niveles y modalidades. Todo ello con la
finalidad de lograr la calidad del proceso enseñanza y aprendizaje. De allí que
el Gerente se vea en la necesidad de desprenderse de actitudes que por largos
años se han considerado deseables, antes de abordar los nuevos enfoques de la
gestión organizacional y transformar la institución en un centro de interacción
constructiva con el fin de elevar la calidad educativa.
Así pues, el
Gerente educativo como ente esencial, encargado de proyectar la educación y las
instituciones educativas, así como una serie de valores y ejecutar las
destrezas y habilidades que deben interactuar con el sistema social en que está
inmerso, debe cumplir funciones de planificación, administración, coordinación,
organización y control que se complementen con las características personales
idóneas de un dirigente educativo tales como: honestidad, perseverancia,
optimismo, creatividad, liderazgo y capacidad de comunicación, para hacer
optimo el desempeño que le corresponde.
Del mismo modo, la gerencia no es simplemente una
idea de la organización, como no es tampoco una simple práctica orientada al
logro eficiente de resultados, a partir de unos objetivos previamente
determinados, es pensar en como llevar una institución al logro eficiente y
efectivo de sus objetivos. Ahora bien, en el área educativa, pensar en los
retos actuales de la gerencia educativa, es pensar en el hombre, es pensar en
el otro como razón de ser todo nuestro accionar, es pensar, así mismo, en los
retos a los cuales se va a enfrentar de manera permanente los educadores y los
directivos de la educación, al aspirar que cambien, es pensar en tareas siempre
por hacer por quienes tienen la responsabilidad de crear las condiciones
institucionales y culturales para que nuestros educandos se formen
integralmente como personas, personas que tendrán, a su vez, el reto de
transformar el mundo y la sociedad donde se vive.
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