viernes, 22 de marzo de 2013

El Liderazgo.


El liderazgo es percibido como un elemento central en el proceso de dirigir y de influir en las organizaciones. Aún cuando esta afirmación pareciera aclarar la extensión del concepto, ese liderazgo depende de múltiples factores y de variadas exigencias. El líder es considerado por algunos como un mesías para guiar al grupo, otros lo visualizan como el centro inspirador de os procesos que se dan en los equipos de trabajo. También, es catalogado como el pionero de las innovaciones, la persona que vive en constante autoeducación y crecimiento personal.

Las ciencias sociales parece que han descartado el liderazgo del redentor o del jefe agresivo para favorecer la teoría del liderazgo situacional, según la cual el líder es una creación de la situación planteada y el grupo favorecerá determinado tipo de líder de acuerdo a sus necesidades. Los estudios han identificado diversos estilos de liderazgo. Dicho patrón de conducta tiene mucho que ver con las habilidades técnicas, humanas y conceptuales que permiten conformar un estilo de liderazgo propio; sin embargo, no hay consenso sobre cual es el estilo de liderazgo más apropiado o más eficiente y cuales son las capacidades que se requieren para que ese liderazgo sea efectivo. Para algunos investigadores, es importante detectar como los líderes pueden ganar o perder apoyo, ascendencia o influencia, ello permitirá que el liderazgo fuese mucho más consistente.

El liderazgo esta muy enlazado con lo que el “Tao” del líder considera las tres cualidades espirituales esenciales del líder: a) Compasión con todas las criaturas; b) Sencillez material o frugalidad y; c) Un sentido de igualdad o modestia. Desde esta perspectiva, el buen liderazgo no depende exclusivamente de técnicas sino de un estado de conciencia personal y no tendrá esa relación de endiosamiento del poder que ha caracterizado durante mucho tiempo al liderazgo. 



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